jueves, abril 21, 2005

Habemus Andrés ( para rato...)

Fumata blanca

sábado, abril 16, 2005

Recomendaciones para turistas argentinos que visitan Brasil

AVISO: Sr. turista argentino si durante sus vacaciones en Brasil, usted visita una panadería tenga cuidado al pedir pan de salvado. Si no le puede pasar lo siguiente...

Turista argentino: - Deme un kilito de pan, por favor...
Comerciante brasilero: - le pongo todo flautiñas...
Turista argentino: -No mezcladito nomás...
Comerciante brasilero: - figaciñas, algún libriño...
Turista argentino: - sí y pongame unos de esos de ahí, negrito...
Comerciante: - disculpe, ¿Cómo me dijo?...


Es un consejo de la Secretaría de Turismo para usted goce de sus vacaciones al sol.

miércoles, abril 13, 2005

El que avisa no traiciona

fue larga la espera

El 18,19 y 20 de abril Andrés Calamaro, (a)El Salmón, (a)El cantante, (a) El poeta de la zurda, (a)Nuestro hombre en Camboya,vuelve a pisar un escenario de Buenos Aires después de mucho, mucho tiempo...

...y viene al caso:

NO TAN BUENOS AIRES
(Andrés Calamaro)

Ya siento que estoy/radiante por volver
tengo en cuenta que el diamante/es carbón
...con el doble de canciones
tratando de cambiar/emoción por canción
también lo hago por mi bien/y por mi afición suicida preferida
rock de verdad, con amistad
vuelvo a tomar aire/para saludar a Buenos Aires
vuelvo al palo,
a una ciudad del palo/donde tu equipo es lo más venerado
aunque suene exagerado, pero es verdad
estoy en la ciudad de la pelota
la mentira se estira/ y la pelota es el sentimiento
y es bueno encontrar alguno despierto
vuelvo a tomar aire/ para saludar otra vez a Buenos Aires
apocalipsis now total
el lado invisible del sueño flexible/ de la argentina mundial
y yo vengo a la ciudad/ que conozco de verdad
donde viven los míos/ y los que ya no están
y luego como siempre/ con una locura transparente
que repito cada vez que vuelvo/ porque a vecés parece que estoy,
pero me voy
pero una ciudad además de cemento/es carne y hueso y sangre
y siempre estoy llegando a saludar/ a los aires
vuelvo a tomar aire/ para saludar a Buenos Aires
resumiendo
puedo estar con mi vieja comiendo/ o riéndo sin carcajadas ni arcadas
o estar haciendo cagadas/ decir cosas peligrosas,
o demasiadas/ pero no importa nada,
Buenos Aires es mía/ y no la cambiaría
me la quedo con toda su porquería
por eso vuelvo, revuelvo/ un par de veces al año
Buenos Aires
soy parecido a otro también parecido
conservamos todavía la chapa/ que nos creemos la que a veces merecemos
no ser de ninguna parte
en el mejor de los casos/ seremos un mundo aparte
vuelvo a tomar aire/ para saludar a Buenos Aires
mi Buenos Aires querido
yo te quiero desde lejos/ y desde cerca te extraño
por eso vuelvo y revuelvo/ un par de veces al año
acá la luz no decide/ uno quiere algo y lo pide
pero igual por inocente te lo clavan
pero casi todos tenemos/ más o menos algún control amigo
la ciudad es testigo
viejos aires/ estas pobre y sin futuro yo te presto veinte pesos
y comprate lo que quieras
no puedo darte laburo/ puedo tratar de entenderte
y si algún primo te da un chumbo/ ya tenés más claro el rumbo
no me gusta pero es lógico que pase si algunos chorros y grasas
tienen diecisiete casas/ justifico con reservas la escopeta
es horrible pero era previsible/ eso no arruina a la gente de argentina
nacimos desorientados/ y nos educaron como tarados
y nunca tuviste nada
pero un domingo podés ganar/ tu vieja prepara las empanadas
y tenés un sentimiento, el viento
...aunque te guste agitar
te podés emocionar/ y esperar una revancha
te sentís vivo en la cancha/ te sentís vivo enla plaza
fumando algo, riéndote de nada/ y con todo en contra tuyo
te felicito, tenés un par/ no vas a llegar, pero siempre
siempre con orgullo
vuelvo a tomar aire/ para saludar otra vez
a Buenos Aires mi cloaca preferida.

martes, abril 12, 2005

Corto 2: De cuando el ingeniero Cajal se hizo invisible

Lo había buscado durante toda su vida. Esa tarde de abril lo logró. Volvía de su trabajo, parado en el 47, rumbo a su casa en Chacarita, sacudiéndose por el vaivén de la adoquinada Nogoyá. Diez pasajeros consultaban sus mensajes de texto, tres leían el diario, otros tantos miraban por la ventanilla y cuatro dormitaban. El ingeniero Cajal- justo cuando el 47 pasa frente a la cárcel de Devoto- fue invisible por 57 segundos. Luego, volvió a su estado natural.

jueves, abril 07, 2005

La bonita página/ Hoy: Licantropía

cuando sale la luna

Leyendo el magistral Licantropía de Jorge Fondebrider me topé con esta bonita página aplicable porque no a cualquier caso de la vida diaria.

(...)En 1517 el sacerdote Johann Pauli publicó en Estrasburgo los sermones de Johann von Kayserberg Geiler, bajo el título general de Die Emeis. En ese primer tratado sobre brujería íntegramente escrito en alemán hay un curioso sermón, que recoge Sabine Baring- Gould, dedicado a los hombres lobos:

¿Qué diremos de los hombres lobo, puesto que hay hombres lobo que merodean alrededor de los pueblos, devorando a hombres y a niños? Como dice la gente, van a toda carrera, lastimando a los hombres, y se los llama ber-wolff o wer-wolff. ¿Me preguntáis si sé sobre ellos?. Respondo que sí. Aparentemente son lobos que atrapan a hombres y a niños, y eso ocurre en siete circunstancias:

1.Esuriem (Hambre)
2.Rabiem (Salvajismo)
3.Senectutem (Ancianidad)
4.Experientiam (Experiencia)
5.Insaniem (Locura)
6.Diabolum (El Diablo)
7.Deum (Dios)

La primera circunstancia se da por hambre. Cuando los lobos no encuentran nada que comer en los bosques, tienen que acercarse a la gente y se la comen, si el hambre los lleva a ellos. Se ve bien, cuando hace mucho frío, que los venados se acercan a los pueblos en busca de comida y las aves llegan hasta los comedores buscando con qué alimentarse.

En la segunda circunstancia, los lobos se comen a los niños por su salvajismo innato, puesto que son salvajes. Su salvajismo se despierta en primer lugar por su condición. Los lobos que viven en sitios fríos son más pequeños y más salvajes que los otros lobos. En segundo lugar, su salvajismo depende de la estación: son más salvajes cerca de febrero que en cualquier otra época del año, y los hombres, en ese momento más que en cualquier otro, deben tener más cuidado con ellos. (...) En tercer lugar, su salvajismo depende de si tiene cachorros. Cuando los lobos tienen cachorros, son más salvajes que cuando no los tienen. Eso se comprueba con todos los animales. Cuando tiene polluelos, el pato salvaje hace un gran alboroto. Y los gatos luchan por sus gatitos; los lobos se comportan igual.

En la tercera circunstancia, el lobo causa daños por su edad. Cuando es viejo, es débil y frágil en las praderas, de manera que no puede correr lo suficientemente rápido como para atrapar ciervos y, por lo tanto, destroza a los hombres a quienes puede atrapar más fácilmente que a los animales salvajes. También desgarra más fácilmente a los niños y a los hombres que a las bestias salvajes por sus dientes., dado que éstos se le rompen cuando es muy viejo; eso mismo se ve en las viejas: los últimos dientes le bailan, y apenas les queda alguno en las bocas, que abre para que los hombres los alimenten con comestibles machacados y guisados.

En la cuarta circunstancia, el daño que causan los hombres lobo viene de la experiencia. Se dice que la carne humana es más dulce que cualquier otra carne; por lo tanto, una vez que un lobo ha probado carne humana, desea volver a hacerlo. De manera que se comporta como un viejo borracho, que, cuando conoce el mejor vino, no se lo engañará con uno de calidad inferior.

En la quinta circunstancia, el daño viene de la ignorancia. Cuando un perro está rabioso, no tiene consideración y muerde a todo hombre; no reconoce a su propio amo. ¿Y qué es un lobo, sino un perro salvaje rabioso y carente de consideraciones?

La sexta circunstancia tiene que ver con el Diablo, quien se transforma y toma la apariencia de un lobo. Eso escribe Vicentius en su Speculum Historiale, habiéndolo tomado de Valerius Maximus en la guerra púnica. Cuando los romanos lucharon contra los hombres de África, mientras el capitán dormía, llegó un lobo y le sacó la espada. Ése era el Diablo, bajo la forma de lobo. Lo mismo escribe Guillaume de París: que el lobo matará y devorará niños, y lo hará causando el mayor daño. Había un hombre que tuvo la fantasía de que era un lobo. Y más tarde lo encontraron en el bosque, muerto de hambre.

En la séptima circunstancia, el daño viene por orden de Dios. Porque Dios a veces castigará a ciertas tierras y pueblos con lobos. Es lo que leemos sobre Eliseo, cuando éste quería subir a la montaña en Jérico y unos malos muchachos se rieron de él diciéndole: “¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube!” ¿Qué fue lo que ocurrió?. Eliseo los maldijó. Salieron entonces dos osos del monte y destrozaron a cuarenta y dos niños. Fue por orden de Dios
(...)

(Extraído de Licantropía. Historias de hombres lobo en Occidente, de Jorge Fondebrider, editado por Adriana Hidalgo)

¿Por qué escribimos?

El compañero Ficcionalista! se pregunta en una de sus últimas posteadas – empujado por la quietud de un domingo traicionero- ¿por qué escribimos los que escribimos?. Tal vez este fragmento de La mujer en la muralla, obra maestra de Alberto Laiseca, contenga alguna respuesta a tremenda incógnita.

Situación: Los ejércitos de la dinastía Chou acaban de ser derrotados. El rey Nan y Li, su mago fiel, platican en la soledad de los inmensos jardines del palacio, abatidos y esperando la inminente muerte a manos del enemigo.

(...) - Has sido un gran Rey y quizás el más noble de todos los emperadores Chou.
- Pero no tenía poder verdadero y mis órdenes no se cumplían. Todo me salió mal y, aparte, el Dragón Negro de los Ch’in está alto en el Cielo. Pero no es de esto que deseaba hablarte. Por más Emperador de pacotilla que yo haya sido lo fui durante cincuenta y ocho años, y con las mismas obligaciones y servicios que un verdadero Hijo Celestial. Nunca tuve una mañana para mí. No hemos sido campesinos ni tú ni yo, Li.
- Yo sí.
- Ah: es verdad que tú vienes del Ducado de Lu, lo mismo que Confucio.
- Y fui muy pobre. Hasta que tú me elevaste, mi Señor.
- Me olvidé. Han pasado tantos años. Pena que no fui campesino. Lamento no saber qué es la expectativa de levantarse cada mañana y ver el bosque. Sus sonidos y colores. Ya no podré hacerlo. Es una lástima.
- Si te sirve de consuelo te diré que el campesino tampoco puede. No tiene tiempo.
- No lo había pensado. El campesino es una de las cosas que nunca miré. – El Rey (o quizá Emperador) Nan se quedó meditando. Luego preguntó -: ¿Entonces nadie tiene tiempo de ver el bosque, en China?
- Solamente los poetas. Esos que algunos tontos llaman desocupados, ociosos e inservibles. Por eso siempre sostuve que el Estado debe protegerlos, para que alguien pueda ver y oír. Dicen que las montañas no cambian, pero es mentira. Sí que cambian. La montaña respira y su mole se mueve. Las aguas del Wei no son las mismas hoy que ayer. ¿Cómo van a saber, las personas de dentro de dos o tres mil años, la forma que tenía un árbol mientras vivían los Chou?. La poesía es la historia secreta de nuestro país. (...)