Corto 2: De cuando el ingeniero Cajal se hizo invisible
Lo había buscado durante toda su vida. Esa tarde de abril lo logró. Volvía de su trabajo, parado en el 47, rumbo a su casa en Chacarita, sacudiéndose por el vaivén de la adoquinada Nogoyá. Diez pasajeros consultaban sus mensajes de texto, tres leían el diario, otros tantos miraban por la ventanilla y cuatro dormitaban. El ingeniero Cajal- justo cuando el 47 pasa frente a la cárcel de Devoto- fue invisible por 57 segundos. Luego, volvió a su estado natural.
4 Comments:
Sus viejos fans tenían razón, usted no nos puede hacer la traidora jugarreta de cerrar el blog. No puede, ¿me entiende?
No hay caso... usted cuando vuelve lo hace de maneras exquisitas.
muy bueno. lo dice un experto... quien yo? no. jejeje otro que lei por alli.
¿Fue el ingeniero feliz en esos segundos? ¿O es tema de otro cuento?
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