La apuesta quedó sellada ante seis privilegiados testigos de la Asociación de Magos del Conurbano Bonaerense, una noche de abril de 1999 en la pizzería Tokio de Morón. El escribano Evaristo Chantagada rubricó el documento. Leonardo Weiss -quién afirmaba ser el nieto no reconocido del legendario escapista Henry Houdini, e hijo de Amadeo Weiss,que se decía a su vez hijo de Houdini y de la mujer Barbuda del Circo Rodas, que se decía a su vez amante ocasional de Houdini a quién conoció en una convención de circos realizada en el Torreón del Monje de Mar del Plata en 1918-
se comprometió ante la selecta audiencia a realizar el máximo desafío de su carrera de ilusionista: La mañana siguiente a la reunión, Leonardo Weiss subiría al Sarmiento pasadas las 18.00, en la primera formación posterior a una demora de 10'. Abordaría el tren en la estación Liniers con un testigo y portando un bolso de mano. Ese bolso de mano contendría según lo pactado: un par de libros, unos cds, un discman,un pulover, un paraguas, el diario de la mañana y alguna otra cosa a libre elección de Weiss. El bolso debería estar lo suficientemente abultado. Junto con la pila de elementos nombrados Weiss colocaría su celular. Una vez arriba de la formación y siempre ante la mirada atenta del testigo, Weiss empujaría hasta llegar al medio del pasillo y colocaría el bolso en el piso, entre sus piernas. A la altura de Ramos Mejía, otro de los confabulados llamaría insistentemente al celular de Weiss. Leonardo Weiss debía atender el llamado antes de llegar a la estación Morón, donde lo estarían esperando los demás ilusionista. Es triste decir que Leonardo Weiss nunca pudo superar la prueba. Al fin de semana siguiente, abrumado por la derrota, Weiss, presunto nieto del escapista más grande de todos los tiempos, se quitó la vida arrojándose bajo las ruedas del tren en un paso nivel de Haedo.
(documento desclasificado N 827 de la colección personal del investigador privado John Damylton)